domingo, 24 de mayo de 2015

Paseando por calle Larios

En el inventario de las obras pictóricas del XIX malagueño, llaman la atención cuadros con escenas de noche, como las marinas nocturnas de Gómez Gil -vistas de la Bahía de Málaga con reflejos plata en el mar- y los cuadros de Muñoz Degrain: "Noche de luna en la Caleta", "El baño de las Ninfas", "Escena en Tierra Santa" y "Vista nocturna de un Palacio Veneciano", entre otros, donde coloca con gran efecto, fogatas que destellan sobre la negrura del resto del lienzo.
Siguiendo a estos veteranos, un pintor nacido en Granada pero plenamente aceptado como de la Escuela Malagueña, -porque aquí estudió desde los 8 años, aquí se casó y tuvo su único hijo, y aquí ha vivido siempre su familia-, se atrevió a pintar una vista urbana nocturna de la principal vía de la Ciudad. Nos referimos al siguiente cuadro, hasta hace muy pocos años, desconocido:

MARIANO BERTUCHI NIETO (1884-1955)
"Paseando por calle Larios"
-Al fondo, a izquierda, puede leerse el letrero del famoso y antiguo 'Café Inglés'-
Óleo s/tabla   26x47 cms.  
Firmado: M.BERTUCHI / Madrid
Colección particular, Málaga

La construcción de la nueva vía había sido iniciativa de la familia Larios, que encargó el proyecto a los ingenieros José María Sancha y Manuel Rivera, inaugurándose la calle en agosto de 1891, con elegantes edificios diseñados por el arquitecto malagueño Eduardo Strachan. Con esta arteria, que enlazaba la Plaza de la Constitución con la de La Marina, la ciudad daba un salto hacia la modernidad, preparándose para entrar de la mano de su hacendosa burguesía, en el nuevo y próximo siglo XX.
Aunque la calle fue bautizada a nombre del segundo Marqués de Larios -Manuel Domingo-, pronto rompió con el apelativo coloquial con el que desde entonces se la conoce: "Calle Larios".


Todos los edificios construidos se sustentaban por columnas de las ferrerías del industrial Heredia, al igual que los de su hermana 'Calle Molina Lario' -por el Obispo que en el siglo XVIII hizo traer buenas aguas a Málaga a través del Acueducto de San Telmo- y cuyos apellidos se confunden con facilidad, aunque nada tienen que ver uno y otro.

En el ambiente pictórico europeo, un innovador pintor inglés llevaba unos años recreando vistas nocturnas de las ciudades de su entorno, con muy buena aceptación de público y crítica:

JOHN ATKINSON GRINSHAW (1836-1893)
"Boar Lane, Leeds"    DETALLE
Firmado y fechado en 1881
Colección particular, Londres

En España, el cuñado de Fortuny relataba en sus cuadros situaciones agradables y cotidianas de las clases medias, lo que en Centro-Europa comenzaba a llamarse "cultura Biedermeier", aconsejado por su marchante de arte, que veía cómo le quitaban de las manos este tipo de pintura.

Sin llegar al detallismo de las obras de Raimundo de Madrazo, José Denis -con su técnica abocetada y fresca- intenta sumarse a esta moda pintando en Málaga escenas jocosas e intrascendentes de su carnaval, cuyos cuadros no fueron objeto de réplica:


















JOSÉ DENIS BELGRANO (1844-1917)
"Carnaval"
Óleo s/tabla  40x24 cms.
Firmado: Denis
Colección particular, Málaga 



RAIMUNDO DE MADRAZO (1841-1920)
"Salida del baile de máscaras"
Óleo s/tabla   41x81 cms.
Firmado: R. Madrazo  (c.1885)
Museo 'Carmen-Thyssen', Málaga
/En esta preciosa tabla, el pintor se recrea en detalles como el nombre del establecimiento -'Sala de Fiestas Valentín'- o el edificio colindante -'Hotel du Nord'-, en un alarde para identificar al espectador con los enclaves que conocía y frecuentaba./

Los pintores residentes en Andalucía que, excepto alguno como el valenciano Ferrándiz, no disponían de reconocidos agentes de venta, optaron por aquellos motivos que tan buena aceptación tenían en el mercado, pues habían de subsistir económicamente.

JOSÉ GARCÍA RAMOS (1852-1912)
"Salida de un baile de máscaras"   DETALLE
Óleo s/lienzo   71x104 cms.
Firmado y fechado en 1905
Museo 'Carmen-Thyssen', Málaga
/Aún hoy, este tipo de pintura tiene gran demanda, como se constata por el remate alcanzado -5.000.000 ptas. más comisión- por una réplica de la obra anteriormente descrita (óleo s/lienzo  51x78 cms.) en venta pública: Subastas Castellana, Ene-1999./

De la Escuela Malagueña, antes que Bertuchi, Fernández Alvarado había pintado y colgado en el antiguo Liceo, un cuadro de grandes dimensiones sobre similar temática:

JOSÉ FERNÁNDEZ ALVARADO (1865-1935)
"Salida del baile"   DETALLE
Óleo s/lienzo    216x131 cms.  Firmado
Colección Unicaja, Málaga
/Con el patrocinio de la institución propietaria, esta obra ha sido recientemente restaurada, debido al mal estado en que se encontraba -con  múltiples y desafortunados repintes e intervenciones desastrosas-, habiéndose logrado tras la actuación integral, un óptimo resultado.
Se exhibió durante muchos años como depósito en el 'Hotel Reina Victoria', Ronda (Málaga)./


No estaba de más, al salir del baile, invitar a las damas a tomar un refrigerio en el local de moda, como recogió en una deliciosa tablita, un pintor olvidado que perteneció a la vecina Escuela Sevillana:

FÉLIX ALARCÓN
"En el café"   DETALLE
Óleo s/tabla   25x20 cms.  Firmado
Colección particular, Barcelona

O mejor aún, terminar la velada con una copa de vino, mientras se colma de requiebros y arrumacos a la pareja:


















RAMÓN CASAS CARBÓ (1866-1932)
"Interior"   DETALLE
Óleo s/lienzo   79x69 cms.
Firmado en París  (c.1890)
Colección particular, Barcelona



Y entrados en cierta edad, después de un paseo por tan señorial vía, era de recibo entretenerse leyendo las noticias del periódico "El Liberal", disfrutando al mismo tiempo de cigarro y trago largo de aguardiente:





LEONCIO TALAVERA (1851-1878)
"Echar el rato"
Óleo s/lienzo   80x59 cms.
Firmado: L° Talavera
Galería ISBILYA, Sevilla
/Hijo de viudo que abrazó el sacerdocio,
Leoncio fue aventajado alumno
de B. Ferrándiz, que lo promocionó
al profesorado en la Escuela de Bellas Artes,
y en 1878 a una beca de la Diputación
para estudiar en París.
Su prometedora carrera se vio truncada
por la tuberculosis, falleciendo con 27 años/.



Hoy, recién peatonalizada, la calle Larios de Málaga es conocida en el mundo entero, dotando a la Ciudad del 'caché' que se merece.


Quizás los malagueños de ahora, no somos plenamente conscientes, como sí lo fueron nuestros pintores del XIX, del lujo que supone pasearse por ella -de día o de noche-, sin tener que desplazarnos miles de kilómetros como hacen nuestros visitantes, simplemente por haber tenido la suerte de nacer o vivir, en esta bendita tierra.



Núm. 42


4 comentarios:

  1. No tenía conocimiento de la existencia de ese Café en Málaga. Me podría ampliar información ?

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  2. Claro que sí, doña Rocío: En el centro de Málaga los tres cafés más famosos y concurridos a finales del siglo XIX y primeros del XX eran el CAFÉ DE CHINITAS, situado en el pasaje del mismo nombre; el CAFÉ DE LA LOBA, que ocupaba los bajos del edificio de la actual Plaza de la Constitución donde hoy hay una oficina bancaria y el portal de entrada a una clínica radiológica, y el que aparece en el cuadro de Bertuchi, llamado CAFÉ INGLÉS, ubicado en el núm. 4 de calle Larios y que como Café-restaurante estaba integrado en el moderno "Hotel Inglés", que después pasó a llamarse "Hotel Simón".

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  3. En cierta ocasión me refirieron que en el último decenio del siglo XIX tuvo lugar un luctuoso suceso en un céntrico café de la ciudad. ¿Fue en el "Café Inglés" y por eso se le cambió el nombre?

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    1. En la documentada tesis "El caso del eje ferroviario Madrid-Córdoba-Málaga (1849-1900)", con la que obtuvo el Doctorado en Historia DÉBORAH GONZÁLEZ JURADO -dirigida por el catedrático DÍAZ NOSTY-, la autora relata en el capítulo III: 'Los ferrocarriles, las élites y el poder', el gravísimo incidente que tuvo lugar en el "Café Inglés" de calle Larios, entre dos temperamentales jóvenes: el periodista de 22 años Francisco García Peláez y el que acababa de ser nombrado concejal electo del Ayuntamiento de Málaga, Manuel Loring Heredia -ingeniero de 36 años, apadrinado por Cánovas del Castillo- que aún no había llegado a tomar posesión del cargo en el consistorio, pues acababa de llegar de Madrid. Ambos se agredieron porque el primero había publicado en el periódico de su padre un fraude financiero que atentaba a los intereses de las familias Loring y Silvela. En la refriega, el periodista acabó herido con una brecha en la cabeza y Manuel Loring resultó muerto de un tiro. Era el mes de mayo de 1891.

      Sin embargo -contestando a su pregunta- lo que motivó el posterior nuevo nombre del establecimiento, fue el simple cambio de titularidad del Hotel cuyos bajos ocupaba el Café, tomando el de su nuevo propietario: "Hotel Simón".

      Es encomiable su interés por los lugares y hechos ocurridos en el callejero malagueño de tiempos pasados.
      GRACIAS

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