domingo, 12 de abril de 2015

DEDICATORIA BORRADA


En el siguiente estudio se aborda la 'secuencia histórica' -durante los últimos 65 años- en el cambio de propietarios de una obra auténtica del pintor JOSÉ MORENO CARBONERO, y el posterior exhaustivo y detallado análisis de la misma, por las peculiaridades que presentaba:


 
-  3 de diciembre de 2001 -
El gobierno de Argentina impone durante un año
 la 'restricción de la libre disposición de dinero' en el país. 








Desempleo récord, aumento
de la deuda pública,
fuga de depósitos bancarios
y devastadora caída
de la producción industrial,
originaron la bancarrota
de la clase media argentina.




En el momento más álgido de esa crisis,
popularmente llamada "el corralito",
una decena de oportunistas anticuarios españoles arribaron a Buenos Aires con el fin de adquirir, principalmente, la pintura costumbrista
que en los años de nuestra postguerra civil
había partido hacia América.


Efectivamente, en los años 40 y 50, la situación económica de nuestra sociedad había propiciado que familias burguesas, totalmente arruinadas por la guerra, se vieran obligadas a vender buena parte de su patrimonio artístico...










...y empresarios argentinos
recalaban en Madrid y Barcelona haciéndose de magníficas piezas.

Ahora, aquellas obras de arte volvían a España.


Uno de los comerciantes que se benefició legítimamente de esa circunstancia fue Segundo Pérez Fernández, a la sazón Presidente de la Asociación Andaluza de Anticuarios y propietario de la conocida firma 'Segundo Antigüedades', situada en la céntrica calle Sierpes de Sevilla.
Ufano por las obras que había logrado volver a traer a España, entre ellas se enorgullecía de este cuadro preciosista de Moreno Carbonero, de impecable factura:

JOSÉ MORENO CARBONERO (1858-1942)
"Aguadores en las afueras"  DETALLE
Óleo s/lienzo  37x49 cms.
Firmado: J. Moreno Carbonero  (c.1908)
Marco de época y cartela de bronce.

La obra había permanecido en colección particular argentina desde su anterior adquisición en 1950; al dorso llevaba aún adherida la nota de entrega o albarán correspondiente a su compra:



La cantidad que el empresario de Buenos Aires pagó en 1950, era más que considerable, si se tiene en cuenta que un sueldo anual medio de un trabajador cualificado en España no llegaba a 5.000 pesetas.
No obstante, Moreno Carbonero era entonces considerado, ocho años después de su muerte, uno de los pintores mejor cotizados internacionalmente.

Pero la nota de venta nos decía algo más: el cuadro estaba 'dedicado' cuando se entregó y ahora no había dedicatoria alguna.

La firma en rojo, original del pintor según análisis grafológico (situada en la esquina inferior derecha) y ninguna otra cosa.
La capa de barniz estaba cristalizada, luego si había tenido lugar una intervención para eliminar
la dedicatoria, debió hacerse hacía muchos años,
quizás recién comprado.


Para intentar descubrir rastro de aquélla se aplicó primero a la zona luz rasante y después ultravioleta; luego el lienzo con su bastidor se desmontó del marco y se sometió a una sesión de rayos X en la clínica radiológica anexa al 'Hospital Dr. Gálvez' de Málaga, sin obtener de los tres exámenes otros resultados que no fueran los concernientes al esquema a lápiz de la composición -magistralmente ejecutada, como era habitual en el Maestro- ; el hallazgo de la fecha '30-7-08' en grafito sobre el centro de la tela (garabateada antes de capa alguna de pintura e invertida respecto a la posterior posición de ejecución de la obra), y un hipotético rastro de falta de pigmento junto a la firma -compatible con una posible línea de escritura borrada-.


JOSÉ MORENO CARBONERO
"Aguadores en las afueras"  DETALLE
-actualmente en colección particular malagueña-

En revistas de principios del siglo XX, se encontró una fotografía del llano que aparece en el cuadro,


localizado en las afueras de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), ciudad visitada por Moreno Carbonero y donde había pintado algunos paisajes con efecto de sol en el camino, cuyo resultado era muy de su preferencia y a su vez apreciado por el público (veáse "Camino de la Feria", pág. 261, tomo VI de 'PINTURA ESPAÑOLA EN ESPAÑA Y PORTUGAL', Edit. Antiquaria).








JOSÉ MORENO CARBONERO
a la edad de 50 años
-xilografía de época para la revista
'La Ilustración Española y Americana'-



También de igual técnica y resultado es su otra obra:

JOSÉ MORENO CARBONERO
"Encuentro de Sancho con el rucio"
Óleo s/lienzo   48x79 cms.

propiedad del Museo del Prado y en depósito en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, estando registrada en el Inventario de Pinturas de este último -redactado en 1990 por las conservadoras Rocío Izquierdo y Valme Muñoz- en la  pág. 239, con el núm. 573 y fecha de ingreso 10/01/73, ignorándose su procedencia antes del Prado.

Ninguna de las dos conservadoras del museo sevillano había advertido la existencia de una segunda firma "J Moreno Carbonero" en color marrón oscuro, a la derecha de la firma en rojo.


Prestado el cuadro al Museo Municipal de Málaga para una exposición temporal, se le efectuó a esa zona un barrido con luz ultravioleta, constatando la existencia de la segunda firma -con rúbrica algo más horizontal-, sobre la roca que hay junto a la primera, y observándose que hubo en sus alrededores intento de borrado con materia pictórica.

Las dos obras, "Aguadores en las afueras" y "Encuentro de Sancho con el rucio" -aunque auténticas- sufren alteraciones junto a la firma.
Con determinada frecuencia, las dedicatorias de los pintores en sus cuadros intentaban eliminarse por los herederos del obsequiado, bien para ocultar las motivaciones económicas que le inducían a enajenar la obra o por otra índole, incluso de carácter político.



La idiosincrasia malagueña de Moreno Carbonero le hizo pródigo en obsequiar obras suyas a amigos, familiares y compañeros, con afectuosas dedicatorias, a veces dirigidas a insignes personalidades:

JOSÉ MORENO CARBONERO
"Guerrero almogávar"
Óleo s/lienzo   27x43 cms.
Dedicado, firmado y fechado:
'A mi querido amigo D. Amós Salvador' / J Moreno Carbonero. / 1898
Colección particular, Málaga

/El cuadro fue dedicado a don Amós Salvador Rodrigáñez, que ejerció durante la monarquía alfonsina los siguientes Ministerios: Hacienda (2 veces); Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas; Instrucción Pública y Bellas Artes; y por último, la titularidad de  la cartera ministerial de Fomento. Era sobrino de Sagasta, miembro del Partido Liberal y senador vitalicio. (Un biznieto suyo -Miguel Boyer- llegaría también a ser ministro de Economía y Hacienda en 1982 con el gobierno socialista).

            
            
            

            
            
            


Retrato de
"Don Amós Salvador Rodrigáñez"
(1845-1922)
Pintado en 1911
por J. MORENO CARBONERO 
Óleo s/lienzo  95x62 cms.
-titulado, firmado y dedicado-
Real Academia de San Fernando, 
Madrid

"Guerrero almogávar" (obsequio del Pintor),
fue heredado al fallecimiento de su propietario por su hijo Amós Salvador Carreras, arquitecto de pensamiento liberal que por avatares del destino llegó a ser Ministro de Gobernación en el Gabinete de Manuel Azaña. Hubo de exiliarse al término de la Guerra Civil y como estaba casado con una dama de gran fortuna, sus bienes fueron confiscados por el franquismo, condenándosele además -por haber desempeñado tan importante cargo en la República- con la multa más alta jamás impuesta hasta entonces en España: 100 millones de pesetas./

La obra anteriormente reseñada, objeto de dedicatoria y regalo, fue consecuencia del agradecimiento de Moreno Carbonero a los halagos que Amós Salvador -padre- hacía sobre un cuadro histórico que años atrás había pintado y que el Senador admiraba, mostrándolo a cuantos visitaban la Sala de Conferencias o 'Salón de los Pasos Perdidos' del Palacio del Senado en Madrid, lugar en que estaba colgado el gran lienzo que diez años antes había ideado y comenzado a esbozar el Pintor en París -documentándose exhaustivamente en la Biblioteca Nacional francesa sobre la indumentaria de los personajes que tenía que retratar- y que terminó pintando en Málaga, en la arena del coso de la Plaza de Toros, pues encontró el lugar idóneo para el efecto de luz solar que quería imprimir al cuadro.

JOSÉ MORENO CARBONERO
"Entrada de los almogávares con Roger de Flor en Constantinopla"
Óleo s/lienzo   370x550 cms.
Firmado y fechado en 1888
Palacio del Senado, Madrid
/Para los fieros mercenarios catalanes y aragoneses -guerreros almogávares- que acompañaban a Roger de Flor, tomó como modelos a barbudos estibadores del puerto; para los personajes de la corte bizantina, posaron voluntariamente distinguidos malagueños del comercio y la industria local, convenientemente ataviados con ropas, barbas y postizos, según les exigía el Pintor. Todos ellos convencidos de que iban a figurar en una histórica obra de arte./

















"Entrada de Catalanes y Aragoneses al mando de Roger de Flor en Constantinopla"
-título original-
DETALLE



El Maestro nació para pintar, y a ello dedicó su vida con extrema honradez, por lo que
CON o SIN DEDICATORIA
aquellos cuadros que personalizó y distinguió con su afecto, llevarían no obstante impreso el espíritu de ese buen hacer y generosidad, suscitando el reconocimiento y la admiración de las siguientes generaciones.



Núm. 14





10 comentarios:

  1. Don Gonzalo: el cuadro "Guerrero almogávar" figura en determinada bibliografía como "Cazador".
    ¿A què se debe esa duplicidad en su titulación?

    Si puede contestarme, se lo agradezco de antemano.

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    1. El título correcto es "Guerrero almogávar" y no es apropiado el de "Cazador", pues el aguerrido personaje no aparece expectante ante una posible presa, sino asombrado y maravillado al contemplar por primera vez el mar, con el que se ha topado al salir de un frondoso bosque. Estos fieros soldados mercenarios vivían en las altas montañas, concretamente en el Pirineo catalano-aragonés, y es de comprender el impacto que les causaría el Mediterráneo al llegar a sus costas.

      Puede ser un guiño del Pintor al amigo a quien iba dirigido y dedicado el cuadro -Amós Salvador Rodrigáñez, a la sazón ex ministro de Hacienda-, pues éste era natural de la tierra de Cameros, en Logroño, provincia de orografía irregular y elevadas sierras, muy lejos del mar, al que sin embargo tan acostumbrado estaba Moreno Carbonero desde niño.

      Muchas gracias por su interés.

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  2. Don Gonzalo, ¿qué relación de amistad tendría Moreno Carbonero con el ministro de Hacienda para que le hiciera tan magnífico regalo? Gracias.

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    1. Como contestación a su interesante pregunta, aportamos los siguientes elementos de juicio:
      a) Eminentes críticos contemporáneos de Moreno Carbonero, aseguraron que un retrato hecho por éste a Salvador Rodrigáñez, era el mejor de cuantos de su paleta y pinceles se conocían, pues había captado magistralmente en ese lienzo la psicología del retratado, al que no quiso venderle el cuadro para el que había posado, sino que lo donó a la Academia de San Fernando, provocando que figurara en su Galería de Personalidades.
      b) El cuadro histórico "Entrada de Roger de Flor en Constantinopla" fue mostrado por primera vez en la Exposición Internacional de Zürich celebrada en 1888, donde obtuvo una gran acogida de crítica y público, volviendo a Madrid para ser colgado en el Senado, institución que había contratado la obra a Moreno Carbonero, estipulando como precio 15.000 pesetas.
      Fue don Amós Salvador -senador vitalicio- quien propuso a los demás senadores se le hiciera un homenaje al Maestro para la ocasión y reconsideraran la cantidad a pagar, que finalmente ascendió a 40.000 ptas.

      De ambas anécdotas puede deducirse la amistad que unía al Pintor con el varias veces Ministro y comprender que el cuadro "Guerrero almogávar", ocupara lugar privilegiado en el despacho de don Amós, siendo conservado con especial predilección por sus descendientes hasta la cuarta generación.

      Gracias por su intervención.
      Un cordial saludo.

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  3. ¿Tuvo el artista alguna razón especial para elegir el tema del cuadro?

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    1. Para el "Salón de los pasos perdidos" del Senado, el arquitecto director de las obras, había diseñado grandes cuadros históricos que decoraran sus paredes, que debían ser concernientes a episodios relevantes del devenir de nuestra Patria. Frente al de la "Entrada de Roger en Constantinopla" -encargado a Moreno Carbonero- iba a figurar "La rendición de Granada a los Reyes Católicos" de Pradilla.
      Como podrás imaginar, la nómina de grandes pintores a los que se hacía el encargo, iba a desencadenar entre ellos una solapada competición para demostrar quién lograba el mejor cuadro histórico. La verdad es que situado el visitante en el centro de la estancia, se queda extasiado ante tanta calidad pictórica, sin saber cuál elegir.

      Amós Salvador, quizás llevado por la simpatía que desde hacía tiempo sentía por el pintor malagueño, se decantó sin tapujos por el cuadro que ponía en valor la poco conocida participación de catalanes y aragoneses en las luchas que amenazaban a la civilización bizantina, heredera en Oriente de la romana.

      Como conozco tu malagueñismo, tan apasionado como el mío, no dudo Pedro, en que cuando tu nieto tenga también la edad adecuada, lo llevarás al Palacio madrileño para mostrarle orgulloso la gran tela donde un paisano nuestro se dejó el alma, y que había sido pintada en el ruedo de nuestra castiza Plaza de Toros de La Malagueta -a lo mejor tu hija querrá apuntarse también a la visita-.

      Gracias por tu intervención.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Estimado Sr. D.Gonzalo de Amarante.
    Mi pregunta va dirigida por la substancial multa que le impuso el régimen del General Franco.
    ¿Cual fue la causa de dicho escarmiento.?
    Enhorabuena por este maravilloso blog.
    Muchas gracias

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    1. ¿Se refiere Ud. a la multa impuesta a don Amós Salvador Carreras, Ministro de Gobernación en el Gabinete de Azaña?.

      Se tiene por cierto que fue un castigo del régimen franquista a la que había sido su oposición durante la guerra civil, y en la figura de quien poseía bienes embargables, al disponer de gran fortuna la esposa del multado. En XI de 1936, siendo Largo Caballero titular del Ministerio de Hacienda, salieron embarcados desde Cartagena hacia el puerto de Odessa, 510 toneladas de oro -en monedas y lingotes- procedentes de las reservas del Banco de España y que eran enviadas como pago a Rusia del material de guerra -la mayoría obsoleto e inservible- con el que Stalin apoyaba la causa republicana. El total expoliado del Banco español ascendía a 707 toneladas, de las que la cuarta parte fueron a parar a Francia y otras 20 se "perdieron" entre las valijas diplomáticas de personajes de la política huídos a México y otros países.
      De los más de 5000 kilos llegados por tren a Moscú desde Odessa, se tiene certeza que fueron fundidos inmediatamente por orden de Stalin -de ahí que no existan 'monedas de bolsa' españolas- para que no hubiera posibilidad de posterior reclamación diplomática.
      Estos hechos, que crearon un vacío patrimonial al nuevo Banco de España surgido tras la Guerra Civil, propiciaron venganzas de los vencedores hacia los patrimonios de quienes se habían significado desde la izquierda y cuyos bienes eran susceptibles de ser incautados.
      Gracias por su interés y la amabilidad que demuestra para con este modesto trabajo.
      SALUDOS

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  5. Supongo un error de transcripción la equivalencia a kilogramos de las 510 toneladas de oro llegadas a Odessa destino a Moscú.

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    1. Efectivamente, tiene Ud. razón: 510.000 kilos de oro, fundamentalmente en forma de monedas (de 16 clases distintas, españolas y extranjeras) y sólo unas 8 toneladas en lingotes y recortes.
      En mayo de 1936, la reserva española de oro había sido registrada por estadísticas internacionales como la cuarta más grande del mundo.
      El cajero principal, al ver que la reserva de oro iba a ser evacuada e incautada, se suicidó en su despacho.
      El traslado por tren hasta Cartagena fue custodiado por la "Brigada Motorizada" del PSOE. Cuando después de hacer escala en Odessa llegó el cargamento a Moscú, Stalin ordenó fundir las monedas, transformándolas en barras. Los cuatro funcionarios españoles enviados por la República para supervisar la entrega, fueron retenidos durante años y después exiliados. Y varios de los soviéticos implicados en el asunto tuvieron un final dramático.
      José Stalin celebró la llegada del oro español con un banquete al que invitó a los miembros del Buró Político, ante los que declaró: 《 Los españoles no volverán a ver su oro nunca más 》.

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